Mi primera vida

Hasta los 28 años quise encajar. Me licencié y trabajé como traductora e intérprete de alemán e inglés. Y como tras conseguir lo que cualquier joven adulto puede desear... novio estable y fiable... coche... trabajo cómodo... cuenta "vivienda" camino de la hipoteca... había algo que me ahogaba... sabía que me disfrazaba de elegante para encajar, para no llamar la atención, para sobrevivir... y escuchaba conversaciones sobre Gran Hermano y fútbol que nunca seguía... y Bush, Blair y Aznar firmaban la guerra por el control mundial... como primera fila del circo... pero detrás... sentía que había mentira y manipulación... sabía que estaban haciendo lo que querían en nuestros morros y nadie lo iba a impedir... ¿qué podía hacer yo?... vi una foto de Médicos sin fronteras en la red y mi cuerpo reconoció una pasión: quería salir en la foto salvando al que más sufre... quería darle un sentido a mi vida... que no fuera todo dinero y seguridad... no más mentiras...  no más miedo...así me formé en Cooperación Internacional en la Universidad de Barcelona, con el fin de poder ayudar al mundo, como siempre había soñado.

Salto a la piscina

En en el tren al campo de trabajo con otra voluntaria
En en el tren al campo de trabajo con otra voluntaria

Viajé a Tailandia como voluntaria para una ONG, con la idea de irme para mis vacaciones en septiembre, pasar voluntariando un mes, y como sabía que sentiría no haber tenido vacaciones si volviera a España sin haber turisteado un poco en todo el mes, pues decidí alargar la posibilidad de quedarme un ratito más... así que el billete de vuelta en diciembre me permitía poder volver en cualquier momento que no me gustara el asunto, pero mientras me fuera más o menos bien, me quedaría. Y luego volvería para seguir el segundo año del máster en enero.

En la primera semana ya quería irme: los campesinos de la jungla menos turística de Tailandia solo podían ser ayudados si los gobiernos dejaban de expropiarles las tierras y dejarlos tranquilos... y yo no podía cambiar eso... mientras había pagado por voluntariar para que ellos me enseñaran sus costumbres... yo solo aportaba dinero y color... así que varias decepciones, me di cuenta de que esa no era la manera en que quería cooperar. Tenían razón en el máster, no les quise creer... el problema de raíz son las corporaciones, los gobiernos en la sombra... y me lo decían profesores renombrados de la Universidad de Económicas de Barcelona... No podía vencer a los gobiernos, estaban por todos lados fastidiando la felicidad, tranquilidad y seguridad de la gente. Las ONGs solo ponen parches pero no resuelven nada... Así qué utilidad tenía que estuviera yo allí? para seguir pagando? Entonces me di cuenta de algo: tenía que dejar de voluntariar hacia fuera si no sabía cómo podía ayudar.

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Y decidí empezar a voluntariarme a mí misma.


El despertar

Me quedé en total 2 semanas en ese campo de trabajo. Viajé un mes por Tailandia con mi novio estable de entonces. Cuando él se fue a España, me fui a la India.

Quería haber empezado por Calcuta y ser la nueva Madre Teresa, pero el destino me tenía algo mejor preparado. Me envió directamente a la casa del Dalai Lama.

En Dharamsala (McLeod Ganj), los Himalayas indios, me formé en budismo y meditación y seguidamente en Rishikesh, en Reiki. Realizé todos los niveles seguidos porque mi maestra Deva Shanti Jee me impresionó. Era (Es, claro, quien la quiera ir a visitar puedo darle el contacto) una mujer muy tranquila y llena de amor, que pedía que como el mundo necesita mucha luz, se deben formar a la mayor cantidad de personas posibles en Reiki, como practicantes y como profesores, para que la luz se multiplique. Ese es su legado y así lo comparto. 
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Todo el mundo debería saber cómo practicar Reiki
para que podamos sanarnos más rápidamente y así sanar al planeta.

Una nueva profesión en 9 días

Esos cursos me cambiaron la vida, me aclararon la mente, proporcionándome mucha luz. Así que tras 4 meses de viaje, decidí no retornar al puesto de trabajo que había abandonado por excedencia. Volví a casa por Navidad, cancelé la cuenta de ahorros para la hipoteca, vendí mi coche y seguí viajando por la India para continuar...

Mi búsqueda interior

Con Baba
Con Baba
Entendí que si continuaba en un trabajo solo por dinero, me seguiría haciendo daño y no tendría una existencia feliz. Y si no era feliz, ¿para qué había venido al mundo?
Así que decidí dejarlo todo por una causa mayor: mi felicidad y libertad.

Viajando me di cuenta de lo importante que eran esas dos palabras: ser libre para hacer lo que quieras, que nadie te juzgue por cómo vistes o por lo que haces, no depender del dinero porque has reducido tus necesidades a lo mínimo, porque sino tu mochila se vuelve muy pesada y te puede doler la espalda (no solo metafóricamente). Ahora a ese modo de vivir le llaman "decrecimiento" o "downshifting". Y este cambio de percepción me aportó mucha y profunda felicidad.

Cuando el viaje se convierte en tu vida

Justo al acabar los cursos de Reiki conocí a mi compañero de vida, con el que seguí viajando durante 3 años y medio. Juntos viajamos por India, Tailandia, Vietnam, Israel (durante 2 años), vivimos año y medio en México y saliendo del país nos supimos embarazados... pasamos la mitad del embarazo en Israel y desde la segunda mitad nos asentamos en Barcelona un ratito...
En la Riviera Maya
En la Riviera Maya
Juntos viajamos por India, Tailandia, Vietnam, Israel (durante 2 años), vivimos año y medio en México y desde el embarazo nos asentamos en Barcelona 5 años. Y desde septiembre de 2012 sentimos que había llegado el momento de echar raíces también en el país de mi marido: Israel. Así nuestras hijas conocerían bien sus dos orígenes.

Ahora viajamos un par de veces al año a Barcelona a visitar a la familia y amigos y a servir un poco también.

 

La sensación de no pertenecer a ningún país y que tu hogar está allá donde te encuentras en esos momentos ha sido algo que he tenido que aprender. Si también te encuentras en ese lugar, este artículo puede ayudarte.

Mi servicio

En esos países encontré lo que buscaba: servir con mi granito de arena a las personas a mi alrededor que querían ser ayudadas, proporcionándoles terapias y recursos para el auto-empoderamiento, para ser libres por sí mismos, conectar con su sabiduría interna, no dependientes de otros para ser felices o estar sanos.

 

Para hacerlo me formé en terapias naturales: Reiki, gemo/cristaloterapia, Quantum TouchTécnica Metamórfica, Técnica de Liberación Emocional (EFT) o Tapping  y esencias florales y minerales.

En España

Con Enric Corbera, creador de la Biodescodificación o Bioneuroemoción
Con Enric Corbera, creador de la Biodescodificación o Bioneuroemoción

Mágicamente llegó a mi vida la infusión anticancerígena Essiac  y dedico parte de mi tiempo y a asesorar a quien la necesita, de forma voluntaria y sin ánimo de lucro, la mayor parte de veces en relación a enfermedades como el cáncer, el VIH, diabetes o fibromialgia. Aunque desde que me encuentro en Israel, mi hermana se encangar de distribuirla.

 
En la actualidad he profundizado profesionalmente en entender el origen mental y emocional de la enfermedad, Registros Akáshicos,Feng Shui, Terapia Regresiva, Noesiterapia, Reiki Okuna, Emobiología, Biodescodificación CP1 y CP6 y, mi especialidad, Constelaciones Familiares, para poder tener un conocimiento más amplio y profundo de las posibles causas de las enfermedades y bloqueos, y saber cómo tratarlos.

En Israel

Desde que nos mudamos a vivir a Israel, ofrezco mis servicios online en todo el mundo, y presencialmente en Israel, y en España en mis visitas dos veces al año en Barcelona. Puedes ver mi calendario aquí.